La ciudad de Valencia tiene tantos edificios históricos que es difícil elegir solo uno. Sin embargo, desde
Sea You Hotel tenemos debilidad por algunos de ellos. Entre estos se encuentra la
Lonja de la Seda, de la que vamos a hablar a continuación.
Historia de la Lonja de la Seda
La Lonja de la Seda (en valenciano Llotja de la Seda), también conocida como Lonja de los Mercaderes, es uno de los símbolos de la importancia de Valencia en el siglo XV (Siglo de Oro valenciano) y de su esplendor comercial.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, la Lonja se construyó a finales del siglo XV como centro de comercio de la ciudad. En ese momento, el comercio de seda era tan relevante, con más de 20.000 personas dedicadas al sector, que la inicialmente llamada Lonja de los Mercaderes pasó a conocerse como Lonja de la Seda. Este nombre se ha mantenido como homenaje a una industria tan importante en Valencia durante siglos.
Situada en pleno centro de la ciudad, fue concebida como sustituta de la antigua lonja que ya era insuficiente para la actividad comercial de la ciudad. El comercio textil convirtió a Valencia en centro mercantil del Mediterráneo, y la Lonja era la muestra de este poder económico.
Arquitectura de la Lonja de la Seda
La Lonja es uno de los tesoros arquitectónicos más característicos de Valencia. Diseñada por Pere Compte (discípulo del arquitecto del proyecto original, Francesc Baldomar) e inspirada en la de Palma de Mallorca, es una excelente representación del estilo gótico civil europeo.
Ocupa una superficie rectangular de casi 2.000 metros cuadrados y se divide en tres secciones: la Sala de Contratación, la Torre y el Pabellón del Consulado del Mar, además del jardín o patio de naranjos.
La Sala de Contratación, el corazón de la Lonja, es un vasto salón donde se llevaban a cabo las transacciones comerciales. Para transmitir esa grandiosidad, cuenta con ocho columnas helicoidales que simulan árboles, simbolizando la prosperidad y el crecimiento del comercio. Estas columnas sostienen las bóvedas de crucería de 17,5 metros de altura, que le otorgan monumentalidad a la estancia. En las paredes se pueden leer unas inscripciones en latín que recuerdan el deber de los comerciantes de no actuar con codicia.
La Torre, contigua a la Sala de Contratación, albergaba la cárcel donde se encerraba a los comerciantes que no pagaban sus deudas, así como una capilla dedicada a la Inmaculada Concepción. Actualmente no se puede visitar por falta de acondicionamiento.
Por último, el Consulado del Mar era el espacio donde se celebraban los juicios mercantiles. Esta institución fue una de las primeras en regular el comercio marítimo en el Mediterráneo. Arquitectónicamente, cuenta con una planta rectangular y un estilo renacentista.
La fachada de piedra picada, las esculturas y gárgolas, así como las proporciones de las puertas y ventanas, reflejan el esplendor de la época.
Visita la Lonja de la Seda
No te puedes ir de Valencia sin visitar la Lonja de la Seda. Te gustará tanto si eres amante de la arquitectura como de la historia. Evoca un pasado glorioso y sigue siendo un símbolo de identidad valenciana que muestra el refinado gusto artístico de la burguesía valenciana.
Para visitarla, puedes hacerlo de lunes a sábado de 10 a 19 h, y los domingos y festivos de 10 a 14 h. El precio de la entrada es de 2 euros (1 euro entrada reducida), y los domingos y festivos es gratuita.
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